En la próxima estación las uñas brillarán en tonalidades rojo vino, un color que va muy bien con la ropa de colores más bien terrosos de esta época del año. Uno de los colores de moda es el marsala, un rojo burdeos cálido. También se ven elegantes el gris oscuro y el azul oscuro.
Los especialistas dicen que en la próxima temporada estarán en boga las tonalidades mate como el rojo o el nude con acentos rojizos y luego colores más rockeros como el negro, el verde metálico y el violeta oscuro. Si va a ir a esquiar en las vacaciones de invierno, más que los colores oscuros se estila pintarse las uñas de blanco y decorarlas con brillos o dibujos de copos de nieve.
Tampoco se trata de pintar las uñas así sin más. La palabra clave es «coloblocking«. Esta tendencia viene de la moda y consiste en combinar varias prendas lisas de colores opuestos o complementarios, como el naranja y el violeta, con el fin de destacar el color gracias al contraste. En las uñas, esto se traduce a experimentar con distintas formas y colores, como cuadrados y triángulos en dos o tres colores.
También se puede combinar esmalte de colores con tonos metálicos y efectos brillantes. Incluso hay efectos novedosos que permiten que el esmalte se vea sedoso o hasta parecido al cuero. El must para este otoño e invierno son los esmaltes color mate con diseños elegantes. En cuanto a la forma, se estilan las uñas cortas y redondeadas. También se puede optar por un borde blanco.
A la hora de comprar esmalte, los especialistas recomiendan no elegir marcas muy económicas, ya que su durabilidad y su poder cubritivo suelen ser menores. Una vez que se encontró el esmalte deseado, no debería colocarlo directamente sobre las uñas. Primero hay que lavar y desinfectar manos y pies. Esta higiene es indispensable para evitar hongos e infecciones bacteriales en las uñas. Tampoco se recomienda bañarse o ducharse antes, ya que la uña se hincha, lo que hace que luego se resquebraje el esmalte.
¿Cómo preparar las uñas para pintarlas? Primero hay que limarlas y empujar las cutículas hacia abajo. Luego, se las pule con un bloquecito cuadrado especial que se vende en las cosméticas, sin hacer demasiada presión, lo que puede aumentar la durabilidad del esmalte en uno o dos días. También se puede colocar una base antes de aplicar el color, pero no es imprescindible.
Luego hay que aplicar entre dos y tres capas de esmalte en cada uña. Lo mejor es que las capas sean más bien finas, no gruesas. Antes de colocar el color, conviene descargar el pincel ya humedecido sólo de un lado y pintar primero el centro de la uña y luego esparcir el color a los lados derecho e izquierdo, de la base a la punta. Dejar secar unos minutos y terminar con una capa de esmalte transparente o «top coat» para que dure más el color.
Uno o dos días después, se puede volver a aplicar una capa de «top coat«, sobre todo si se trata de las propias uñas y no de postizas, donde el esmalte suele durar más. De esta forma el esmalte se ve más fresco y nuevo. Las pequeñas roturas pueden disimularse colocando brillitos sobre la uña y luego una capa de esmalte transparente.
Dpa/Mujer21
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