Para conocer, antes que nada, los beneficios e inconvenientes del retrorunning, deberemos saber de qué estamos hablando exactamente. Pues bien, este peculiar deporte es una forma chic de decir en inglés » correr hacia atrás». Sí, exactamente, se trata de la afición de correr, pero al revés.
La pregunta es en qué casos de nuestra vida diaria nos hará falta poner en práctica esta rara forma de practicar deporte. La verdad es que, en ninguno o casi ninguno. Lo sorprendente, es que existen hasta competiciones a nivel mundial de esta extraña práctica. Testigo de ello, es la corredora catalana Sandra Corcuera y su marido. Aficionados y amantes de las maratones, un día decidieron apuntarse a uno con la sorpresa de que se trataba de correr, sí, pero de espaldas.
Corcuera reconoce que al principio no le entusiasmó mucho la idea, pero después de correr y llegar a casa, observó en internet los múltiples beneficios de esta peculiar práctica. Menor golpeo en las rodillas, trabajo de los músculos antagónicos a los que se utilizan en la carrera normal, mejora del equilibrio y un gasto energético mayor debido precisamente a que no es un movimiento natural, relata que son uno de estos beneficios. En sus entrenamientos diarios, añadió 15 minutos de retro-running, aprendió su técnica y le fue cogiendo afición.
Como Sandra, ya son cada vez más adeptos los que se unen a este deporte. Consta de ventajas como la quema de más calorías, mejor activación neuromuscular, entrenamiento de parte posterior del tren inferior, evita cargar articulaciones, como las rodillas. Todo esto comparado con correr de frente.
No obstante, por otro lado, el retrorunning requiere una serie de pautas básicas, como entrenar en pista o en circuitos cerrados ya que las distancias suelen ser, por norma general, menores.
Entre los inconvenientes, los aficionados a este deporte aseguran, que al contrario de correr de forma normal (hacia delante), en el retrorunning, se necesita una mayor concentración así como una mayor técnica, no carga las rodillas, pero sí recae todo el peso del cuerpo sobre el talón, lo cual puede dar lugar a lesiones, así como alto riesgo de esguince cervical al tener que adoptar una postura antinatural para nuestro cuello.
Ahora bien, ya es elección de cada uno, si desea incorporarse a esta «nueva moda» o no.
Mujer21
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