En el caso de orzuelos y calacios, lo mejor es no apretarlos ni tocarlos. En general, lo mejor para combatir las inflamaciones en los ojos es el calor. Tanto en el caso del orzuelo como del calacio, la causa es una inflamación de las glándulas sebáceas del párpado. Cuando se tapan los conductos de salida, el contenido ya no puede salir y se alojan allí fácilmente las bacterias.
Los orzuelos suelen doler y la zona afectada estar enrojecida e hinchada. El calor ayuda a destapar. Dado que el orzuelo es una infección bacterial, los afectados también pueden usar una crema antibiótica.
El calacio, en tanto, suele desarrollarse en un periodo más largo de tiempo. La hinchazón aumenta lentamente y no suele provocar dolor. Éste se origina cuando queda atrapada secreción en la glándula, que finalmente se encapsula. A diferencia del orzuelo, el calacio es una enfermedad crónica. Si no se va solo, hay que quitarlo mediante una intervención. Además, se recomienda realizar visitas regulares al médico para descartar un tumor.
Dpa/Mujer21