Las anomalías olfativas y depresiones pueden ser un síntoma temprano del mal de Parkinson. También los sueños agresivos indican un mayor riesgo, incluso diez o 20 años antes de que se manifieste esta enfermedad nerviosa, según estudios recientes.
«Sin embargo, hasta ahora no hay un criterio confiable que determine con seguridad que una persona desarrollará Parkinson en el transcurso de los próximos años ni medicamentos que puedan evitar su aparición«, dice la médico Daniela Berg. De todas formas, los medicamentos, el entrenamiento del cerebro y una terapia motriz pueden influir en el transcurso de la enfermedad.
Dpa