Al igual que las personas, las plantas pueden sufrir de falta de nutrientes. En el caso de los tomates, cuando les falta calcio, presentan manchas entre grises y marrones donde se encuentra el tallo. Las manchas están ligeramente hundidas y en parte endurecidas.
La falta de calcio se registra sobre todo en suelos ácidos, o si éstos tienen una alta concentración de sales como amonio, potasio, magnesio y sodio. Éstas afectan la absorción del calcio. Un suelo muy seco también puede favorecer su falta, dado que el calcio llega a las plantas a través del agua.
Si tenéis una huerta y notáis estas manchas en los tomates, lo mejor es aplicar un fertilizante con calcio, que se coloca sobre las hojas.