Retumba y molesta y los jóvenes se quejan en la escuela. Dicen que no dan más. ¿Es posible que les duela tanto la cabeza? Hay adolescentes que incluso toman medicación porque de otro modo no podrían asistir a clases. No a todos les pasa, pero lo cierto es que los dolores de cabeza han vivido un notorio aumento en los últimos 50 años. ¿Por qué?
Una de las posibles causas es que los adolescentes, en esa etapa de sus vidas, se vean cada vez bajo mayores presiones. Es una fase en la que se ven de pronto ante altas expectativas de rendimiento en las que antes no debían pensar. Sin embargo, eso no lo es todo. Muchas veces los dolores también pueden ser a causa de una falta movimiento, comentan los especialistas consultados.
No existe una única razón. No obstante, el hecho es que algunos estudios indican que hasta el 40 por ciento de los jóvenes entre 12 y 15 años sufren un ataque de migraña por semana.
La tensión que generan los exámenes, las relaciones dentro del grupo escolar o en el núcleo familiar también pueden ser uno de los motivos. Y, sobre todo, hay un factor estructural que afecta a todos: el multitasking. Tener que asumir múltiples tareas a lo largo del día sobrecarga a cualquiera.
Los jóvenes de hoy suelen no tener ni un minuto libre. Tienen toda la tarde planeada, van de un lado a otro para evitar el aburrimiento y no saben qué es tener horas de ocio. Todo es breve, rápido y se hace al pasar, de reojo, ya sea chequear mensajes o ver un vídeo.
Esos hábitos van ganando cada vez más terreno en otros espacios vitales y el funcionamiento cerebral se adapta precisamente a ese ritmo. La consecuencia: cuando los adolescentes tienen una pausa, no pueden parar. No saben qué es tener tiempo libre. Sus cerebros buscan nuevamente velocidad. Y eso, en definitiva, es inevitable que genere tensiones, contracturas y estrés.
Recuperar el tiempo de no hacer nada es todo un ejercicio. En la ciudad alemana de Múnich, la Clínica Universitaria para Niños decidió crear un espacio donde los adolescentes puedan reaprender a hacer pausas. Algunos se tumban en una cama, otros escuchan música, otros salen a pasear o a andar en bicicleta.
Si la migraña es fuerte, también se recomienda hacer ejercicios para los músculos de la zona cervical. Lo ideal es incorporar ejercicios que se puedan hacer en cualquier parte y que distiendan esa zona del cuerpo.
En la mayoría de los casos no es necesario tomar medicación. Se puede evitar aplicando técnicas de relajación y terapias cognitivas. Además, se recomienda practicar algún tipo de deporte de resistencia, si bien es importante no someterse a ningún tipo de presión: no se trata de ser el primero, sino de disfrutar ese momento.
En el caso de los más pequeños, no sería correcto dejar que se queden en casa y falten a la escuela cuando tienen dolor de cabeza porque podría generarse un condicionamiento.
Es preferible que, antes de que se instalen supuestas causas y efectos en la vida cotidiana, los jóvenes tengan la oportunidad de hacer un entrenamiento o una terapia de relajación para ver si de ese modo pueden librarse del problema. Existen caminos muy diversos: hay instrucciones de autoayuda, terapias grupales o programas que pueden encontrarse en Internet.
Los expertos dicen, sin embargo, que la terapia de grupo basada en métodos cognitivos de comportamiento es lo que mejor resultado suele dar.
Y hay algo que vale la pena sin duda alguna: informar a los adolescentes sobre cómo evitar los dolores de cabeza. Se puede hacer en una única hora de clases, y ya estarán atentos para no dejar avanzar el problema.
Mujer21
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