¿Cuándo estás en casa aburrida, sueles recurrir a la nevera? ¿Acabas con todas las reservas (incluido el queso rallado caducado)? En el post de hoy te damos unos consejos para organizar tu nevera y tu rutina alimentaria.
Antes de ir a la compra
Lo primero que debes hacer es una lista de lo que realmente necesitas y lo que vas a utilizar esa semana. Limítate a lo estrictamente necesario, es decir, planifica lo que vas a comer y cocinar esa semana y haz la lista en base a eso. Hazte un menú semanal con dieta saludable.
En el supermercado
Evita ir con hambre o llenarás el carro de comida basura. Cíñete a lo que pone en la lista, ni una cosa más. No caigas en las redes del azúcar y la comida rica en grasas saturadas. A la vista son muy apetecibles, pero ya sabes que no son buenas para ti.
Una vez en casa
Tu nevera debe estar llena de los alimentos de la semana. Si tienes tiempo cocina lo que puedas y organízalo en tuppers así sabrás lo que comerás cada día.
¿Cuántas veces comes?
Si te limitas a las tres comidas diarias, normal que tu estomago ruja y tengas la necesidad constante de visitar el frigorífico. Realiza cinco comidas al día. Y para picar entre horas echa mano de comida sana, una manzana, una zanahoria o un puñado de frutos secos. Estos últimos te darán energía y saciarán tu apetito.
Hambre o sed
En ocasiones confundimos la necesidad de beber con comer, parece una tontería, pero nuestro cuerpo nos pide atención y lo engañamos con comida insana, prueba a beber medio litro de agua templada. Además de ser bueno para el organismo satisfarán tu sed y tu hambre.
Cambia de aires
Si a pesar de seguir estos consejos tienes la necesidad imperiosa de seguir comiendo, despeja tu mente, sal a pasear, practica algún deporte o ponte a ordenar. A mí personalmente me funciona, así cuido la línea y tengo la casa impoluta.
Mujer21
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