Muchas veces, nos centramos en complacer a nuestra pareja hasta el punto de que dejamos de lado eso de pensar en nosotras mismas. Esto está bien y demuestra que quieres de verdad a esa persona, pero no te puedes olvidar de que lo verdaderamente importante en esta vida es tu bienestar. Te damos las claves para descubrir si dependes de tu pareja y está abduciendo tu propia personalidad.
El estar con alguien no significa que dejes de vivir para ti. Por eso, si te apetece irte de compras con tus amigas o tomar algo, hazlo aunque tu chico no tenga planes ese día. Es importante mantener activas vuestras vidas porque el tener una pareja no significa que os tengáis que encerrar en una burbuja y dejéis de lado vuestra vida social. Además, no puedes vivir con miedo a que el no pasar demasiado tiempo con él haga que se olvide de ti porque lo que conseguirás al final es que se termine agobiando si sólo vives por y para él.
Es cierto que cuando tienes una relación se tiende a mimetizarse con el fin de acercar posturas, pero esto no puede significar que dejes de lado tu personalidad. Cada persona es como es y tiene unos valores que no deben cambiar por complacer a la otra persona. No puedes dejar de ser tu misma para agradar a tu pareja porque al final estarías viviendo la vida de otra persona en vez de la tuya.
Una relación sana es aquella en la que las personas saben vivir sus vidas por separado y sus parejas entienden que no se puede vivir 24 horas viviendo por y para la otra persona. El ser humano necesita sentirse útil e independiente con el fin de encontrar el sentido que tiene su vida y el camino que le llevará a alcanzar la felicidad.
Mujer21
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