Desde la primera vez hasta la última, el sexo te puede sorprender y no siempre gratamente. Para nosotras la perdida de la virginidad, suele estar precedida de pensamientos idílicos y románticos que poco tiene que ver con lo que termina sucediendo en realidad. Al margen de esta primera vez, que todas recordamos con nostalgia, te encontrarás con situaciones que te pueden sacar los colores. En Mujer21 hacemos una recopilación de esos momentos en los que hubieses deseado que te tragase la tierra.
–Una regla abundante
Estas en esos días y de repente los besos pasan a más. ¿Se lo digo o no se lo digo? Sé clara, si no quieres que ambos os llevéis el sorpresón al terminar. Hay a hombres que no les importa y si a ti tampoco, pues adelante, mayor lubricación. Pero ten en cuenta, en que momento del ciclo te encuentras, no vaya a ser que parezca que ha ocurrido un crimen, sobre todo si no estáis en tu cama.
–Ropa interior inapropiada
Tenías pensado tomar un refresco y volverte a casa pronto, así que saliste con lo que te pillaba más a mano, pero el plan cambia y tú con tus maxi bragas raídas, dignas de ninguna señora, ¡qué mala suerte! Ese momento Bridget Jones, en el que te sientes abochornada, prueba a quitártelo todo de golpe, así el no sabrá lo que llevabas puesto.
–Un calambre inesperado
Estas disfrutando y de repente, ¡aaaaah!, se te sube un músculo que ni siquiera sabías que tenías. O aguantas el dolor, que no tiene ningún sentido, estamos para disfrutar, o paras en seco y te masajeas la zona, en ambos casos es una faena.
–Estar sin depilar
Todas las mañanas te pasas la cuchilla en la ducha y justo hoy que ibas con el tiempo justo lo pospones y de repente tu chico te dice que te recoge del trabajo y vais a su casa. ¡Noooo! Chewacca a tu lado parecería una Barbie. No te acomplejes, las mujeres somos muy exageradas para ese tipo de cosas y los hombres apenas reparan en ello. No te preocupes y carpe diem.
–Hiperventilar
Estas en plena acción, respiras, jadeas y cuando te quieres dar cuenta, te falta la respiración y te toca coger una bolsa para respirar dentro de ella. Para y hazlo cuanto antes, de lo contrario te puedes agarrotar y la situación será aún más bochornosa.
–Palabras malsonantes
Sube la temperatura, os ponéis calientes y de repente suelta lo que él cree, que es una palabra sexy pero a ti te resulta un insulto y tu libido baja a menos cinco. Acláralo para que en el próximo encuentro, si lo hay, no vuelva a suceder.
–Gritos desmesurados
Eres muy de emocionarte y venirte arriba y cuando te quieres dar cuenta, tienes las ventanas abiertas y están todos los vecinos asomados a la ventana. Pues ¿sabes qué? ¡Qué te quiten lo bailado!
–Sexo anal con sorpresa
Por fin has claudicado a su petición, y accedes, pero cuando termináis os percatáis que no era tan estupendo como te lo pintaba y el sexo traía regalo. No puedes hacer otra cosa que lavaros y aguantar la vergonzosa situación. Para la siguiente, vete preparada y evitarás el mal trago.
Lo mejor es tomárselo con humor, y reírse del momento. Si aún no te has tropezado con ninguno, no sonrías tanto, estarán por llegar pero, al menos, ya sabes a que atenerte.
Mujer21
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