Existen muchísimos productos para el cuidado de los bebés, desde champús especiales hasta talcos y aceites para la piel, ¿pero son realmente necesarios para mantener sano el cutis del pequeño?
Cuando Nuria tuvo su primera hija hace cinco meses, las enfermeras le enseñaron a amamantarla y a cambiarle los pañales. En las semanas posteriores al parto, ella y su pareja se dejaron guiar en primer lugar por los consejos de la matrona, que les fue recomendando qué hacer para bañar correctamente al bebé y cómo cuidarlo al cambiarlo.
Según los especialistas consultados, no existe una regla general para el cuidado de los lactantes. Hay quienes recomiendan darles un baño dos veces por semana. Mientras que otros optan por una mayor frecuencia, si es así, sí se recomienda utilizar algún tipo de aceite para bebé.
Algunos padres echan al agua unas gotas de aceite de oliva, pero eso al parecer no tiene mayor efecto, ni bueno ni malo.
En cambio, sí suele recomendarse no utilizar productos ni para el lavado ni cremas. Los médicos aseguran que las pieles tan jóvenes, si están sanas, no deben ser encremadas. Además, es importante que los padres tomen una actitud crítica hacia los productos, ya que algunos pueden generar alergias, como por ejemplo la caléndula, convirtiendo las pieles en atópicas.
Algo que siempre da qué hablar y qué pensar es cómo cuidar el culete del bebé, que muchas veces se ve irritado por los pañales. Es más, la limpieza y los cuidados de la piel en esa zona deben tener prioridad hasta que el niño deje los pañales. Es muy importante que los padres se ocupen a diario y a lo largo del dia de esta tarea.
Pero fuera de mantenerlo limpio, no hay mayor secreto. El agua sin ningún tipo de productos es lo mejor para los bebés, también a la hora de lavarles la cabeza.
A veces los lactantes presentan en el cuero cabelludo una especie de sebo, pero no hay que alarmarse. Es normal. Se debe a que los bebés tienen más glándulas sebáceas por centímetro cuadrado que los adultos. Además, esas glándulas se ven estimuladas por las hormonas de la madre durante el embarazo y la lactancia, explican los especialistas. Para quitarle esa capa al niño se pueden utilizar productos especiales que contentan por ejemplo aceite de jojoba o gel.
Muchos padres, en lugar de ponerles crema a los bebés, les ponen aceites. Los especialistas no aconsejan recurrir al aceite de oliva natural, porque puede generar efectos antioxidantes que irritan la piel. Colocarles aceites especiales para bebés tampoco es necesario.
En los primeros meses de vida, la piel suele ser rojiza y presentar algo así como escamas. Pero es comprensible: la piel de los recién nacidos hace una gran metamorfosis. Pasa de estar en un medio totalmente líquido a vivir en contacto con un aire que por contraste resulta extremadamente seco. La piel se escama, en particular a partir de la segunda semana de vida, y es normal que siga así hasta la cuarta o sexta semana.
Nuria también notó sectores muy rojos o cuarteados en los primeros meses de su hija. La matrona le recomendó colocar allí leche materna, y así fue como Nuria humedeció durante varios minutos pequeños algodones y luego los pasó por las partes afectadas. Asegura que fue muy útil, en particular en la zona de las axilas.
El cutis de la cara del bebé también suele ser muy sensible. Nuria le pone crema a su hija después del baño porque dice que en ese momento se la nota particularmente seca. Ahora la pequeña ya tiene cinco meses y su madre ha dejado de consultar a la matrona. Se guía más bien por su instinto.
Mujer21
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