Seguro que has oído hablar de los ejercicios Kegel pero no sabes el cómo, el cuándo o para que sirven. Los ginecólogos lo recomiendan principalmente para fortalecer el piso pélvico y que en un futuro puedas evitar los escapes de orina. Unas recomendaciones que, además de mejorar tu salud, son beneficiosas para nuestras relaciones sexuales. ¡Descubre más sobre ellos!
¿Cómo hacerlos?
Lo primero que debes de saber es qué músculos debes de ejercitar. Al principio cuesta localizarlos ya que es una zona que no solemos mover a conciencia. Para encontralos, tose fuerte y sentirás cómo la zona de debajo de la pelvis se mueve. Si te tumbas con las rodillas flexionadas y contraes el ano, lo notarás y lo mismo ocurre si en esta postura colocas las dedos en la entrada de la vagina.
Una vez que tienes claro dónde se encuentran, colócate en la posición en la que te encuentres más cómoda para realizarlos. Al principio, una de las más indicadas es recostada, con las piernas en la misma posición que en el paso anterior. Para facilitar la ejecución de estos ejercicios, es interesante que inspires y exhales mientras que los llevas a cabo. Además, debes cerciorarte de que, al realizarlos, no estás contrayendo otros músculos como el abdomen, nalgas o muslos ya que podrían perder su eficacia.
Lo ideal es hacer unas 100 repeticiones al día y que poco a poco vayas aguantando más la contracción hasta llegar a los 10 segundos. Cuando tengas más práctica, otras de las posiciones interesantes son de pie con las piernas separadas o en cunclillas. También puedes añadir algún juguete sexual como dildos, bolas chinas o pesas y si tienes pareja, no dudes en probar con él si siente que estás cerrando las paredes de tu vagina cuando tenéis relaciones íntimas. ¿Te animas?
Mujer 21
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