Es absolutamente normal tener sólo un hijo, pero los clichés siguen existiendo: los hijos únicos son malcriados y no saben compartir, se oye una y otra vez. Desde ya, cada niño es distinto. No obstante, hay algunas cosas que los padres pueden observar:
– Los hijos únicos tienen toda la atención de sus padres, pero es importante que los padres no pongan siempre el foco en el pequeño. Todos deben aprender que a veces es necesario esperar o que los padres no siempre tienen tiempo para ellos. De ese modo, los niños también aprenden a manejar con paciencia sus necesidades.
– Los hijos únicos precisan tener contacto con otros niños. Los padres no pueden suplir siempre el rol que tienen otros niños de la misma edad. Es importante que los menores sepan cómo tratar a otros y lo ideal es que hagan sus primeras experiencias antes del jardín de infantes. Puede ser en algún taller infantil.
– Es crucial que los padres les enseñen a sus hijos a compartir. Pueden hacerlo entre ellos o fomentarlo por ejemplo en una plaza, donde se pueden compartir juguetes o galletas con los demás.
Vinilo Negro
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