Los penes son como copos de nieve, no hay dos iguales, grandes, pequeños, finos, gruesos, cada pene es un mundo, pero hoy los catalogaremos según su forma.
El fino o lápiz
Este tipo es perfecto para el sexo anal, pues gracias a su punta afilada y a su estrecho contorno es de fácil acceso y no provoca dolor. Aunque este tipo de falos si son muy largos pueden ser molestos, lo mejor es que te pongas arriba para calcular tu la penetración.
El cabezón o micrófono
Este lo diferenciamos fácilmente por su gran cabeza y base convencional. Perfecto para el sexo oral o posturas en las que la mujer tenga las piernas levantadas. Este miembro puede proporcionarte gran placer.
El garfio
Es menos habitual que el resto, curvado hacia arriba este pene es perfecto para encontrarnos el punto G, el siempre recurrido misionero es geníal para este miembro, deja que busque, encuentre y da rienda suelta al placer. Sin embargo para el sexo anal este pene está nominado, pues puede resultar poco placentero y doloroso.
El cono
Como un helado del revés, de ancha base y punta fina, puede resultar incomodo para una penetración profunda, pues a medida que te acercas a los testículos su grosor crece y crece. Ve poco a poco y siempre bien lubricada.
El cilindro
Salido de una peli porno, es ancho y largo. Este tipo de penes son más para admirarlos que para disfrutar con ellos, pues su grosor y longitud pueden provocarnos molestias, así que el dicho de caballo grande, ande o no ande no es aplicable en este caso.
La banana
El perfecto pene, mismo grosor en la base y el glande, con algo de curvatura, este es el más común de todos y el más versátil a su vez, ideal para todo tipo de posturas. Si es el de tu chico, no lo dejes escapar.
Empezábamos diciendo que cada pene es un mundo, lo mismo ocurre con las vaginas, lo que a ti te va bien a otra quizá no le encaja como debiera, así que busca el que mas te guste y disfruta.
Foto portada @templeofleaves
Mujer21
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