A las mujeres desde pequeñas (cada vez menos) nos enseñan que hay que buscar a nuestra media naranja. Ese príncipe azul, que viene cabalgado a lomos de su caballo blanco. Pero la realidad nos da de bruces y ese hombre no aparece porque no es real. Hasta que lo descubrimos tropezamos con hombres, con los que más nos hubiera valido la pena no cruzarnos. Perfiles masculinos nada apetecibles y de los que deberíamos de huir. Hoy te mostramos esos tipos que por norma general las mujeres detestamos.
Los que no tienen ninguna responsabilidad económica
Son aquellos que viven el día a día sin pensar en el mañana, que eso está muy bien cuando tienes 20 años, pero pasada esa década deberían haber evolucionado y adquirido compromisos. Si te topas con un hombre así sólo pasa el rato, porque está claro que contigo tampoco se comprometerá.
Los egocéntricos
Yo, yo y yo. Es su pronombre favorito, cada frase lo contiene y es que les encanta hablar de ellos mismos y ser el centro de atención, de hecho el mundo existe porque están ellos, sino la tierra se plegaría sobre sí misma y desapareceríamos todos. ¡Huye! Solo te llenarán la cabeza de historias personales, y no te tendrán en cuenta a la hora de hacer planes o tomar decisiones porque su opinión es la única válida.
Metrosexuales, presumidos y narcisistas
Metemos estos tres en el mismo saco. Muy parecidos a los egocéntricos. Les encanta su físico y ellos mismos en general. No dejan pasar un espejo sin verse detenidamente reflejado en él. Un hombre que tiene más potingues que tú en el baño, no es de fiar. Al final están vacíos por dentro.
Los niños de mamá
Tienen treinta y tantos o cuarenta, y aún no han salido de las faldas de su madre. Cualquier cosa que le pase en la vida lo tiene que comentar con ella y pedirle opinión. Algunos siguen llevando su ropa sucia para que su mamá se la lave y planche. Y cuando la recogen traen consigo tuppers repletos de comida. Sal corriendo de ahí. No sólo te tocará lidiar con ellos, también deberás hacerlo con su venerada madre.
Los celosos patológicos
Estos son de los peores, ellos tienen la autoestima baja y se piensan que en todo momento puedes desaparecer para irte con otro. El problema viene cuando por sus inseguridades nos intentan anular a nosotras: ¿A dónde vas con ese escote? Tu amigo Pedro te escribe mucho, no? O no quiero que salgas con tus amigas las solteras. ¡No lo permitas! Aunque pienses que puedes cambiarlo, por mucho que pongas de tu parte siempre van a poner pegas a tu manera de ser y actuar. Si quieren una monja de clausura que se vayan a un convento.
Los infieles
Le conociste teniendo pareja, pero te ha demostrado que contigo es diferente y que tú eres especial. MENTIRA. Son mentirosos por costumbre. Y casi siempre niegan la mayor, incluso cuando les pillas con las manos en la masa. Además suelen pensar que tú haces lo mismo y se vuelven controladores, celosos y posesivos. No te debería merecer la pena pasar ni un día más con alguien así.
Hay muchos más pero por hoy es suficiente, otro día seguiremos cortando trajes y describiendo a esos tipos que nos sacaron una lágrima o de nuestras casillas por no darnos cuenta de su perfil antes de tiempo.
Mujer21
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