Antes la regla decía que la corbata debía terminar donde comenzaba el pantalón o a la altura del cinturón. Hoy la medida es otra: las corbatas pueden ser más cortas. A la hora de decidir qué corbata lucir, sólo hay que tener en cuenta la contextura de cada cuerpo.
Además, hoy están de moda los modelos más anchos. Suelen tener sólo entre 5,5 y 7,5 centímetros de ancho. El nudo Windsor ha pasado de moda para dar lugar a estilos más simples como el four-in-hand. Al elegir qué nudo utilizar, observe el cuello de la camisa. Algunos modelos se prestan más para los nudos ajustados, otros para los nudos sueltos.
Los colores también son decisivos. Si no va a tener muchas corbatas, lo ideal es optar por tonos clásicos como el gris o el negro.
Con los trajes oscuros va muy bien una corbata negra. Pero también hay quienes no tienen inconveniente en lucir un modelo rojo, que puede ir bien con camisas blancas o azules. En cambio los estampados están totalmente «out«.
Otro detalle a no perder de vista: el material. Las telas de seda pueden ser una buena opción. Pero elija la que elija, tenga cuidado de que sea de buena calidad, ya que son una carta de presentación.
A la hora de guardar la corbata, lo mejor es no colgarla sino hacerla un rollito y colocarla en un cajón.
Dpa/Mujer21