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Minicocinas: Prácticas, funcionales…y no roban espacio

En muchos apartamentos modernos el espacio es muy reducido y resulta sumamente incómodo que la cocina acapare gran parte de los valiosos metros de la vivienda. Además, ¿cuánto tiempo pasan las generaciones jóvenes cocinando? En muchos casos, muy poco. ¿Por qué no buscar entonces nuevos diseños que sean prácticos, útiles, sin entorpecer la fisonomía general del apartamento?

Los diseñadores ya están un paso adelante. Las cocinas tradicionales no siempre son la mejor opción y existen variaciones muy pragmáticas que no por eso dejan de ser estéticas.

Por ejemplo, el arquitecto Jan Rösler ideó un modelo para un apartamento de 28 metros cuadrados. En esa superficie, un espacio tradicional dedicado a la cocina hubiese sido impensable. La solución: «Concebí la cocina como un mueble más«, explica. «Si no la necesito, cierro la tapa y sirve como mesa».

Y no es la única opción. Existe la «Miniki«, que también hace desaparecer las hornallas como por arte de magia. En este caso toda la cocina pasa a ser un mueble que no está empotrado a la pared. Si uno se muda, sólo tiene que desatornillarla.

Con esa misma idea surgió el modelo de FNP-Cocinas de Nils Holger Moormann. El diseñador Axel Kufus le añadió cierta sofisticación: incorporó una estantería para vinos, una tabla para especias y un sitio para colocar los paños. Además, este modelo es muy abierto. Se le pueden añadir componentes o no, a gusto del consumidor. «Esta cocina no es para un profesional, sino para alguien que quiere cocinar de un modo inteligente», comenta Moormann.

Estas soluciones no son sólo para solteros. De hecho son cada vez más las familias que consumen sus comidas centrales del día en el trabajo o en la escuela y dejan la cocina para el fin de semana, ¡siempre y cuando el sábado no sean más fuertes las ganas de ir a la pizzería del barrio!

Esta tendencia se ve reflejada en los nuevos diseños. La cocina B21b de Kurt Friedrich, consiste en sólo dos bloques, una mesa y la pared de apoyo. «Este modelo es, a propósito, de muy baja complejidad y ofrece toda una serie de funciones», comenta Friedrich.

ChopChop, del berlinés Dirk Biotto, también pensó en robar el menor espacio posible. Los dos módulos bastan para lavar y guardar lo necesario. En un primer momento fue pensada para personas que tuvieran alguna discapacidad y precisaran suplir sus necesidades básicas de alimentación sin mayores complicaciones.

Y el diseñador Kilian Schneider ha llevado a la práctica otra idea junto con el fabricante Naber. Su Concept Kitchen ya no tiene casi nada en común con las cocinas de las viejas épocas. Los usuarios compran una estructura de varios módulos y pueden armar la cocina a su antojo. Quien ame cocinar podrá desplegar su imaginación y armar una gran superficie. Y quien prefiera salir a comer, no tendrá más que reducir la propuesta al mínimo.

Peter Steinhauer (dpa)

 

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