Son pocas las plantas que pueden tener una carrera meteórica y magnífica tanto dentro como fuera de la casa. ¡Pero la azalea lo ha logrado! Le gusta estar en todas partes y es una gran decoración en interior y exterior. Lo único que hay que tener en cuenta es la variedad adecuada para cada sitio. Escucha a los expertos:
– Para dentro de la casa: Si lo que estás buscando es una buena compañía de interiores, no te equivocarás al comprar un rododendro del tipo rhododendron-Simsii. Dan flores blancas, rosas, rojas o lilas.
Además, lo bueno de estas azaleas es que tienen un crecimiento parejo, relativamente compacto, buenas hojas y muchos pimpollos. A la hora de llevarse una a casa es importante corroborar que tenga los pimpollos en buen estado, que estén distribuidos de un modo más o menos regular y que tengan forma de vela.
También debería poder reconocer el color de las flores en al menos la mitad de los pimpollos, y si los primeros ya están abiertos, mejor aún.
Sucede que los pimpollos que no están maduros pueden caerse o secarse al trasladar la planta del vivero o invernadero a su vivienda.
Es importante que las hojas tengan una dirección horizontal y que no estén muy onduladas. El color de las hojas debe verse fresco y vital y lo mejor es llevarse algún ejemplar que tenga las raíces húmedas pero no mojadas, porque, de lo contrario, la planta podría perder hojas y flores al llegar a casa.
– Para el jardín: Lo mejor es optar por las variedades que pueden resistir muy bien el frío. Por lo general, la mayoría de las azaleas de jardín florece durante un mes y medio. En este caso, a la hora de elegir la planta, lo principal será su constitución, ya que también deben ser resistentes a la cenicilla.
La cenicilla es un hongo bastante agresivo que genera la caída de hojas, y eso lleva a su vez a que la planta no sea tan vistosa. Además, las debilita y hace que muchas veces no tengan la fuerza suficiente para florecer.
Los híbridos de especies americanas y de Asia como las azaleas Knap Hill suelen ser endebles. Sin embargo, muchas veces se dan magníficamente y producen muchísimas flores. Existen en blanco, rosa, rojo, naranja y amarillo.
En cambio, la variante que es casi totalmente resistente a la cenicilla es la White Melody.
También suelen ser muy elegidos los híbridos de la azalea póntica, que tienen un aroma exquisito. Sus flores, en cambio, son más bien pequeñas, pero muy resistentes al frío.
Los especialistas dicen que para el jardín lo ideal son las variantes Pucella y Corneille o las Narcissiflorum.
Las que tienen muy buena fama en cuanto a su salud son los híbridos de la azalea rústica, si bien es mejor evitar la Aida, Freya, Norma y Phebe porque no tienen muy buen crecimiento.
En cambio los híbridos americanos no presentan prácticamente ninguna desventaja. Suelen estar libres de cenicilla, las flores tienen un riquísimo perfume y florecen más tarde que el resto de las azaleas de jardín. Una de las favoritas son las rosas, pero también las blancas (June Jubilee) y las rojas (Millenium) serán una gran compañía en medio del verde.
Mujer21/Dpa
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