Hay quienes al verse ante una calabaza en el cajón de la nevera, hacen la receta de siempre, pero lo cierto es que esta verdura ofrece muchísimas posibilidades de preparación. Mira cuántas variantes creativas pueden surgir a partir de una misma base. Te damos algunas ideas para desarrollar en su cocina:
PONCHE: ¿Alguna vez intentaste preparar un ponche de calabaza? Esta es la oportunidad. Hierve trozos de calabaza sin dejar que se pasen. Añádele vino blanco, azúcar, limón y un poco de licor y complétalo con champán.
PASTEL: Ralla la calabaza fresca y añade una masa leudante o prepara una compota y utilízala como relleno de una tarta de ricota.
MERMELADA: La carne de la calabaza puede mezclarse con frambuesas o albaricoques para preparar una deliciosa mermelada.
A LA SARTÉN: Corta la calabaza en cuadraditos o tiras y fríelo en la sartén con carne picada o pollo. La preparación quedará aún mejor con queso de cabra o algún queso untable.
PURÉ: El puré de calabaza es un clásico. Prepáralo con algo de nuez moscada, pimienta o ají y quedará superoriginal.
CROQUETAS: Mezcla calabaza rallada con patatas, cebolla, huevo y algo de harina. Fríelo con un poco aceite y en forma de pastelito chato, y verás lo ricos que quedan.
ENSALADA: ¿También ensalada? ¡Sí! Ralla la calabaza cocida a punto con manzanas y añádele queso untable, crema, miel y limón. Si lo agregas como detalle final semillas de calabaza tostadas, quedará como un rey.
SOPA: Fría levemente la calabaza y luego añádale caldo y triture la mezcla hasta que quede un puré no muy espeso. Los condimentos ideales son el jengibre, la pimienta o el curry. También sabrá exquisita con leche de coco o queso fresco.
Dpa/Mujer21
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