Si, al abrir nueces, se topa con un ejemplar especialmente difícil de partir, no desespere ni tire el fruto. Lo mejor que puede hacer con las nueces difíciles de abrir, es colocarlas una hora en el congelador. El frío altera la estructura de la cáscara, lo que hace que luego sea mucho más fácil abrir la nuez.
La única excepción son las nueces de Macadamia, que sólo es posible romper con un cascanueces especial. Por eso, en el caso de esas nueces, conviene comprarlas ya peladas.
Dpa/Mujer21